Sunday, September 24, 2017

De la esencia de todo ser

Todas las personas cambiamos con la edad... Es normal. Cambiamos física, mental, espiritual y sentimentalmente.
A veces los cambios son buenos para nosotros, a veces no. Estos cambios se revierten o acentúan a lo largo de nuestras vidas; pero existe una parte elemental, o esencial que no cambia, que permanece con nosotros toda la vida y que es la que realmente nos define quienes somos.

Cuando las personas buscan parejas, amistades, ayuda, compañía, lo que sea que busquen encontrar en alguien más, es importante no quedarse o conformarse con lo que vean en las capas exteriores, pues estas cambian, se degradan y desaparecen. Algunas veces reaparecen, pero otras veces no. Lo importante es aprender a diferenciar lo esencial de lo particular. El amor, el espíritu, la mente y la vida se encuentran en el interior, a veces en lo más profundo, y se alimentan desde el exterior.

Es cuando llegan a desnutrirse que enfermamos, y esto se empieza a transmitir a las demás capaz.
Aquellos quienes son capaces de alimentar el interior son a los que se les  consideran personas fuertes, capaz de soportarlo todo, y es cuando entendemos cómo son capaces de soportar las más grandes enfermedades, incluso, llegando a sanarlas.

Las relaciones (de todo tipo) que llegan a durar, que resisten los cambios constantes y siempre presentes en las personas, es porque han podido ligarse más allá de las capas exteriores. Cuyos lazos son más fuertes y estos son adimensionales y atemporales.

Este tipo de relaciones requieren de tiempo, no se hacen de la noche a la mañana, por lo cual algunas veces, los lazos familiares llegan a ser los más fuertes. Esos lazos no requieren la presencia física, por eso existen las amistades y amores a distancia, no conocen la edad, no conocen fronteras, no conocen de religión (pero si de espiritualidad),  no conocen de salud, no conocen de conciencia, ni de conocimiento banal.

La razón por la que decimos que no nos conocemos ni a nosotros mismos es debido a todos esos cambios. Sin embargo, es importante que conozcamos nuestra esencia, para así nutrirla. Ella no morirá más que con nosotros, pero su debilidad se transformará en enfermedades y a nadie le gusta estar enfermo, que es cuando realmente se sufre.

Si conoces a alguien, no importa quién, trata de ver su esencia, siempre está presente, solo que a veces somos ciegos a ella porque el brillo de las capas exteriores pueden opacar al de las interiores, pero es un brillo falso, que cambia y que puede desaparecer en cualquier momento. Ese brillo a veces es incluso pulido por la persona, debido a que no ha sabido conocer su propio interior. No te enamores de ese falso brillo, de esa falsa esencia, pues entonces estás destinado a fracasar, y no será culpa de la otra persona, sino solo tuya.

Como siempre lo digo, la teoría es fácil de entender si se analiza bien, pero siempre es difícil de aplicar ya que cada circunstancia, cada persona es un mundo de posibilidades. Buena suerte en tu encomienda que es conocer a las demás personas, y sobre todo en conocerte a ti, pues es allí donde se encuentran los más grandes tesoros del espíritu, de la vida, del saber,  y del amor.

No comments: