El valor espiritual o la pregunta... y tu vida cuánto vale?

Que tal si todos nacemos con la misma dote de herencia... Esto probaría porqué ante Dios, todos somos iguales. Y los que mueren al nacer o de niños, pues son los más ricos (o al menos la clase media alta), porque no gastaron ese dinero... Y si entre más vivimos, más gastamos esa dote espiritual conforme envejecemos, entonces, entre más vivimos, más debemos estar al tanto de lo que hemos gastado en peleas, discusiones, egoismos, etc. Porque nos estamos volviendo más pobres... Porque la vida cuesta...Y la única forma de aumentar un poco (una especie de inversión) o al menos evitar que disminuya esta dote es a través de los demás (es decir, invirtiendo nuestra vida en los demás, no en la propia). Pero no solo con nuestros prójimos, sino con toda la gente... Porque es más fácil ayudar, o querer a un familiar o amigo que a un completo desconocido...Esto querría decir que a veces por cuidar los centavos perdemos pesos... Entonces, tendría sentido que los más pobres pudieran ser los mas ricos, y los más ricos, vendrían siendo siempre los más pobres... En otras palabras, el valor espiritual es en cierta forma inversamente proporcional al valor físico.
Una cosa es segura...
Creo que me traumé con algo que leí al respecto, porque en sí, puede que tenga razón (lo de la posibilidad es solo si se considera que hay algo después de la muerte). Porque dice que al final, nada de lo que tenemos nos lo llevamos y a veces guardamos las cosas para que al final las usen quien menos queriamos, o peor aún, se tiren sin ser usadas, y entonces las guardamos de oquis... Entiendo que es como quien entierra un tesoro para que nadie más lo tenga, y al morir, sabrá Dios quién lo terminará encontrando, o se perderá sin haber sido aprovechado...
Pero esto parece ser como una adicción... Sabemos que está mal lo que hacemos, pero no lo vemos como un problema, ni que nos afecta, y lo seguimos haciendo... O peor aún, no nos damos cuenta de lo que hacemos o pensamos que no les afecta a los demás.
Habrá que esperar a una segunda venida de Jesús para que nos vuelva a explicar, ahora con peras y manzanas, porque parece ser que casi nadie le entendimos, y creo que aunque entendiesemos, difícilmente haríamos algo al respecto.
La verdad no peca... Pero ah! Cómo incomoda! XD

Atte: LB