Thursday, December 12, 2019

El dilema del regalo...

Cada año me enfrento a la difícil tarea de qué regalar para navidad... Y este año, pues estoy en las mismas.

Afortunadamente, es bueno y grato saber que en parte es porque las personas a quienes quiero no les falta nada.

Por otro lado, a mi me gusta regalar cosas que sé que las personas necesitan y por tanto, que mi regalo no solo les agrade, sino que realmente les ayude.

En mi caso, luego por eso no me compro cosas, porque son cosas que sé que no necesito, que sé que pudiera gastar ese dinero en algo que realmente necesito o que alguien más podría aprovechar.

No me malinterpreten, la verdad luego si me doy mis "lujitos" o gasto en algo "banal" o innecesario, pero pues son realmente excepciones, y si puedo gastarlo en algo que ayude a alguien más créanme que no me duele hacer ese gasto.

Me siento mal a veces (como hoy, que fui al centro comercial) porque luego veo muchas cosas que me encantaría tener o regalar, pero son caras y pienso en todas las maneras o en sus equivalentes para cosas que realmente serían más útiles, necesarias y mejor aprovechadas.

Mi problema es que luego veo gente que tiene necesidades y aún así desgastan su dinero en cosas que no necesitan solo por disfrutar de un instante, ya sea por olvidar un momento su realidad o sus problemas, pero no ven que con una poca de inversión o ahorro de ese dinero (a mi juicio tirado a la basura en algo que al final ni recordarán muchas veces, como en alcohol, por ejemplo) podrían comprarse cosas que necesitan (como ropa, zapatos, medicinas, comida, etc.).

Y eso me frustra mucho, porque quisiera poder regalarles todo lo que necesitan, pero me da algo de coraje que teniendo la necesidad, se gasten su propio dinero en algo que no les deja ningún bien porque son personas que viven el momento, no piensan a largo o mediano plazo y luego terminan incluso por compadecerse y renegar de su situación, bajo la filosofía de "yo no sé mañana", "vive el momento", "todo me sale mal", o "por más que lo intento, no funciona" (cuando realmente no lo intentan, al menos no lo ven o analizan realmente a futuro, solo considerando la situación actual y no a futuro).

Sé que estoy juzgando desde una posición privilegiada, porque afortunadamente no estoy en sus zapatos, y no sé cómo sería yo mismo si lo estuviera, pero eso no le quita algo de realidad a mis palabras.

Sé que no es un tema fácil, pero a veces nosotros mismos nos complicamos la existencia por no querer ver más allá, ya sea porque sabemos que no nos va a gustar, o ya de plano, porque nos da pereza.

En fin, a veces siento que no regalar nada es igual de malo que regalar algo a quien no lo quiere aunque lo necesite, porque al final de cuentas, no lo apreciará, y entonces podría haber sido mejor invertido.

Hay quienes no regalan nada porque sienten que no tiene nada que dar, pero es generalmente simple pereza de pensar y buscar la forma de cómo regalar algo incluso hecho por nosotros, y que al final, tiene un mayor valor, porque es un valor sentimental y algunas veces ese tipo de regalos se vuelven invaluables.

En fin, ya veremos cómo nos va este año...

2 comments:

LeÓn said...

Yo ahora lo que siento es que ya no quiero regalar cosas inútiles que solo saturan más la vida. Por ejemplo: ropa. ¿De verdad necesitamos más chamarras, playeras y bufandas? Tal vez es momento de regalar cosas intangibles o consumibles. Café, una salida al cine o a cenar, una serenata, un masaje, un viaje de fin de semana...

Lycan Blackheart said...

Pues te diré que si me regalas una playera, la uso con gusto, aunque pues si depende de cosas como la talla o que tan fácil o recomendable sea para el uso diario y demás... un masaje me vendría bien XD... aunque también es cierto que es más difícil ponerle un precio a algo intangible y puede considerarse como injusto... como intercambiar algo por una caricia, por ejemplo, donde el regalo se convierte en un pago, no en un regalo como tal.