Este año, de marzo a octubre,
la calaca mucho ha descansado.
La gente tanto le ha ayudado,
que ya incluso hasta se aburre.
Y es que le han ahorrado la chamba
de andar a todos correteando,
porque solitos se han ido contagiando
por querer seguir en la pachanga.
Que no hay dinero y hay que salir,
para ganarse el pan de cada día,
y que si no de qué van a vivir,
Y así siguen resando su letanía.
¡Ah! ¡Pero que nadie grite juerga!
Porque ahí si van amontonados...
Y luego se preguntan angustiados
que porqué se los lleva la v...ieja.
Y de no querer quedarse guardada,
Y que a todos lados va y viene,
el enterrador es el unico que tiene
su chamba bien asegurada.
Ya para terminar, y en conclusión,
La muerte está feliz y muy contenta,
Pues la gente ha sido muy atenta
al no seguir e ignorar toda indicación.
Atte:
L.B.